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Era uno de los reinos en los que el antiguo y maravilloso DreamLand se habia dividido, este reino se llamaba Sadness Town.
Por las mañanas podia verse a las mujeres desperdir a sus esposos, hermanos y padres quienes se iban a la guerra, algunas llorando y otras simplemente escondiendo sus emociones.
Y todas las mañanas, el principe del reino veia esta amarga despedida.

Hacia mucho tiempo ya su padre se habia ido a la guerra junto con los mejores guerreros del reino, pero a diferencia de ellos, el principe habia nacido debil, asustadiso y siempre con la tristeza en el rostro, su madre nunca lo dejo salir por miedo a que fuera a lastimarse y su padre apenado de el nunca le hablo cariñosamente. Ni a las fiestas de palacio asistia el principe. No tenia prometida y nadie esperaba que el rey le cediera su lugar por voluntad propia e incluso se escuchaban los rumores de que el rey tenia ya a un sucesor que remplazara a su primogenito.

Esa mañana el principe vio como las mujeres despedian a los hombres y como todos los dias se sintio apenado y muy triste. Recorrio con la mirada el lugar y vio a una joven hermosa de larga cabellera castaña que caminaba triste en direcion al bosque que rodeaba la cuidadela en la que ellos vivian, el principe extrañado de esto decidio bajar y seguirla hasta el bosque. Camino y camino tratando de buscarla pero el crepusculo se acercaba y no habia rastro de la hermosa joven, el desilucionado penso que quiza ella ya habia regresado, despues de todo era natural ver un semblante tan triste como ese, era el pan de cada dia, en su reino solo los niños reian al jugar y los viejos al recordar el antiguo reino de DreamLand en el que pasaron su infancia antes de que la guerra les arrebatara sus sueños, sus esperanzas y su alegria.

El principe camino y camino y camino más. No encontraba el camino de regreso, y fue a dar hasta un lago justo cuando el sol comenzaba su carrera por irse del cielo y darle paso a la luna y las estrellas. "Me eh perdido" penso "y ahora que anochese, tendre que quedarme en algun lugar seguro." El joven principe busco apresurado un lugar donde pudiera refujiarse de la helada noche pero no encontro mas que arboles y mas arboles y por mas que caminara terminaba llegando al mismo lugar, el lago. Se dio por vencido y se sento en una roca al borde del lago mirando al agua, triste solo penso en que morira de frio o algun animal salvaje del bosque lo deboraria, entre esos pensamientos fue recordando su infancia en palacio, las veces que se escapaba de la vigilancia de su nana y de los guardias y salia a la cuidadela a jugar con los niños plaveyos "Que tiempos aquellos!" -se dijo- "Uno no tenia que preocuparse de guerras ni enemistades, solo de jugar y volver a tiempo para no ser castigado" gruesas lagrimas corrieron sus mejillas a medida que recordaba y al final uno de sus recuerdos le trajo una pequeña alegria, "Cuanto daria porque DreamLand nunca ubiera desaparecido.." suspiro y cubrio su rostro afligido, en el silencio de la noche escucho unos pasos, no eran de caballo ni los torpes pasos de un hombre, era algo mas delicado, como una danza entre las secas hojas . El temeroso se quedo quieto sintiendo como los pasos se acercaban a su espalda y una dulce voz le susurro "Tranquilo principe, en DreamLand.. tus sueños se hacen realidad" Despues de esto el principe sintio un escalofrio. En el lago solo se vio al principe desaparecer y solo se escucho el sonido de una espada al caer... El principe habia desaparecido.